“Caspe necesita una nueva planta potabilizadora para mejorar la calidad del agua, y este es un proyecto prioritario que este equipo de gobierno siempre ha tenido en mente”.
La nueva planta captará el agua desde Civán, por lo que llegará más limpia y la calidad mejorará notablemente. Con un coste de alrededor de tres millones de euros, la nueva planta tendrá un sistema de ósmosis inversa (desaliniza el agua y reduce la dureza y la cal) con filtros de carbón (eliminan pesticidas, sabores y olores).
El agua que tendremos en el momento que entre en funcionamiento la nueva Estación de Tratamiento de Agua Potable (ETAP) será de máxima calidad, con menos cal y menos grado de dureza (disminuirá hasta 20 grados franceses). Los consumidores apreciarán mejor sabor, al tener menos cal la cantidad de jabón y productos de higiene utilizados disminuye y también los riesgos de acumulación de cal en los electrodomésticos disminuirán notablemente.