ERMITA DE SAN ROQUE (s. XVIII)

ERMITA DE SAN ROQUE (s. XVIII)

DESCRIPCIÓN

La ermita de San Roque es un edificio de pequeñas dimensiones situado en uno de los extremos de la plaza del mismo nombre. La fachada principal presenta un único cuerpo en el que se destaca el acceso mediante una portada compuesta por un arco de medio punto moldurado sobre pilastras lisas, que alberga la puerta, y que presenta en la zona de su clave un relieve representando una guirnalda con motivos vegetales. El vano de acceso se encuentra flanqueado por otras dos pilastras rematadas por sendos dobles ábacos a modo de capiteles, entre los que se tiende una moldura.

Sobre este conjunto decorativo encontramos una cornisa y la hornacina que contiene la imagen del santo. Esta hornacina esta flanqueada por un esquema decorativo que reproduce el anteriormente descrito, pero a menor escala. En este caso las pilastras presentan un capitel compuesto y están flanqueadas por volutas.

La fachada está rematada por un arco conopial truncado y una espadaña de perfil mixtilíneo que no corresponde a la obra original. En la parte superior izquierda se ubica un reloj de sol.

La planta es rectangular, con testero recto y una única nave de tres tramos separados por arcos fajones sobre pilastras. El primero y tercer tramo están cubiertos con bóvedas de cañón con lunetos, mientras que el central se cubre con una cúpula gallonada sobre pechinas, con lunetos en su parte superior que se abren al exterior a través de una linterna de ladrillo octogonal.

En el interior, revocado y pintado, destaca el entablamento moldurado que lo recorre uniendo los arranques de los arcos. En la cabecera, tras el altar, se encuentra la hornacina con la imagen de San Roque, patrón de la localidad junto a San Indalecio y San Sebastián.

HISTORIA

Las primeras referencias acerca de la ermita de San Roque las encontramos en la obra “Anales de Caspe”, de Mariano Valimaña (1784-1864). En ella se dice que “En el año 1782 se hizo esta ermita. Antes estaba el Santo con su Altarito en el arco inmediato a la Ermita, en el cual se decía Misa, y el Sr. arzobispo D. Juan Sáenz de Buruaga prohibió el celebrar no sólo en este Altar de S. Roque sobre el arco, sino también en todos los demás del pueblo que se hallaban en iguales circunstancias, como eran el arco de la Magdalena, y en el arco o portal del Obispo. Con motivo de esta prohibición, pensaron los cofrades de S. Roque y los vecinos del barrio, hacerle una ermita al Santo”.

La construcción data, por tanto, de finales del siglo XVIII, al igual que muchas otras de la ciudad, cuando se prohibió la celebración de misas al aire libre para evitar la aglomeración de personas en la vía pública.

FUNCIÓN

La ermita ha sido empleada, desde su construcción, como lugar de culto dedicado a San Roque. A partir de la década de 1950 las fiestas mayores de Caspe coinciden con la celebración de la festividad de San Roque (14 de agosto), habiéndose celebrado anteriormente en torno a la festividad de San Indalecio (15 de mayo). En los últimos años las peñas de Caspe han adoptado, como tradición que da inicio oficioso a estas celebraciones, la colocación de un cachirulo a la imagen del santo.

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