Caspe en el S.XIX
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El inicio del S.XIX es un periodo convulso, donde se produce un gran número de cambios en el modo de vida en el ámbito político y social a nivel general, esto obviamente afecto a Caspe. La ubicación estratégica de la localidad hizo que tuviera una especial importancia, al ser lugar de paso a los diferentes puntos en las diferentes guerras. Durante el siglo XVIII la economía de la localidad fue bastante solvente y parcialmente sólida, ya que había adquirido un nivel de riqueza agrícola considerable gracias a la especialización productiva en el cultivo del olivo. Pero todo esto se vio transformado con el inicio del S.XIX por diversos problemas, en primer lugar, el desarrollo de la Guerra de Independencia, la indolencia de los gobiernos de Fernando VII y la etapa de inestabilidad del trienio liberal.
En el siglo XVII y XVIII la especialización en el cultivo del olivar se desarrolló, siendo la producción caspolina de unas 90.000 arrobas, una vez cubierta la necesidad local de los excedentes se vendían a Zaragoza embarcándose por el Ebro y el resto se destina a la fabricación de Jabones. Hacia final de siglo XVIII se produce un descenso acusado de los precios y una reducción de la demanda de los productos agropecuarios, todo esto inscrito en el contexto de la disolución del Antiguo Régimen y el proceso de establecimiento de un nuevo orden económico y político sobre las bases del capitalismo. Debemos recordar que la mayoría de esta zona pertenecía a las ordenes militares y las desamortizaciones hicieron que se produjera un cambio de manos en las tierras, el cual desfavoreció a los campesinos principalmente y más concretamente a los que no poseían tierras. Por lo tanto, los pueblos del Bajo Aragón y concretamente Caspe entraron en esta primera parte del S.XIX en crisis económica y la salida no era evidente, pues no existía el caldo de cultivo para las trasformaciones estructurales que tenía que realizar la comarca. A todo esto, se unió que durante todas las guerras carlistas se produjo la petición de dinero, mercancías y víveres por ambos bandos de manera continua, lo que provocó un estado continuo de crisis hasta el último cuarto de siglo.
La estructura urbana a principios era muy similar a los siglos anteriores, antes del inicio de la primera Guerra Carlista todavía se conservaba la muralla medieval, la cual estructuraba la localidad. A principios de este siglo XIX encontramos en pie parte del convento de los Sanjuanistas y la estructura general del Castillo del Bailio o del Compromiso. Los barrios medievales de La Muela, El Pueyo, San Roque seguían siendo el núcleo central de la localidad y fue creciendo en la zona cercana al convento de San Agustín y el Convento de las Monjas Clarisas Capuchinas y llegando al entorno de la calle Guma.
El desarrollo de las Guerras Carlistas conllevo la destrucción de las murallas medievales que estarían situadas en torno a los barrios más antiguos y tenía puertas de accesos en la Porteta, el portal de Valencia o la zona de la Fireta. El Castillo del Bailío y el Convento de los Sanjuanistas también sufrieron daños de especial importancia, al igual que la iglesia de Santa María, la cual gran parte de la I y II Guerra Carlista fue utilizada como almacén y cárcel. A partir de 1850 la mejor parte conservada del castillo se utilizó como cárcel hasta casi el año 1950.
En conclusión, las guerras carlistas cambiaron y modificaron sustancialmente la estructura de la localidad, eliminando un gran número de sus vestigios medievales en los sucesivos ataques de las partidas carlistas a la localidad. Ya que es factible pensar que las edificaciones del barrio de la Muela, calle del Carmen y Mayor serian totalmente diferentes, encontrados quizás casas y pequeños edificios señoriales semejantes a la casa Jover o la casa Piazuelo – Barberán.
Bibliografía:
Cortés Borroy, F. J. (2008). La guerra carlista (1833 – 1855) en la comarca del Bajo Aragón Caspe / Baix Aragó Casp. Comarca Bajo Aragón Caspe/ Baix Aragó Casp.
Cortés Borroy, F. J. (1999). Caspe y el Sexenio Revolucionario, Las torres ópticas. Centro de estudios Comarcales del Bajo Aragón.