La Sala de la Corona del Edificio Pignatelli de Zaragoza acogió ayer miércoles, 14 de mayo, la sexta edición del acto de nombramiento de los Académicos de Honor de la Academia de las Artes del Folclore y la Jota de Aragón, en la que se rindió homenaje a 87 personalidades vinculadas a la jota y al folclore aragonés.
Entre los distinguidos se encuentran dos caspolinos: Manuel Buenacasa Giménez y Manuel Piazuelo Piazuelo, reconocidos por su trayectoria y contribución a la cultura tradicional aragonesa. Ambos recibieron el diploma acreditativo como Académicos de Honor en un emotivo acto que reunió a destacados nombres de la jota y el folclore de toda la comunidad.
Al acto asistieron también la alcaldesa de Caspe, Ana María Jarque y Antonio Guiu, concejal de patrimonio, acompañando a los homenajeados y mostrando su respaldo institucional a este importante reconocimiento. Ana Jarque comentaba: “Como alcaldesa de Caspe, es para mí un inmenso orgullo y un profundo honor acompañar el nombramiento de dos caspolinos como Académicos de la Jota Aragonesa. Nuestra jota es seña de identidad, herencia, esencia y vida; y este reconocimiento simboliza no sólo una trayectoria dedicada a su promoción, sino también el arraigado sentido de pertenencia que Caspe tiene hacia esta expresión tan nuestra. En cada jotero y jotera de nuestra tierra late el alma de Aragón, y hoy, más que nunca, late en Caspe.”
En esta edición, la más multitudinaria celebrada hasta la fecha, se puso especial énfasis en la llamada generación de oro, así como en figuras del mundo del espectáculo, la política y los medios de comunicación, por su papel clave en la difusión y preservación de este patrimonio cultural.
La Academia, fundada en 2017, continúa trabajando para salvaguardar y poner en valor el legado cultural aragonés, reconociendo la labor de quienes lo han mantenido vivo generación tras generación.
Para saber más de nuestros homenajeados:
MANUEL PIAZUELO PIAZUELO.- Manuel, nacido en Caspe el 17 de octubre de 1929, ha dedicado su vida a la música con pasión y entrega. A los 13 años comenzó a tocar la bandurria en el bar del tío Cañares, y pronto pisó su primer escenario en el Teatro Goya de Caspe. Formó parte de la Rondalla Caspolina durante más de 20 años, llevando su música a teatros, calles y radios de Aragón y otras ciudades como Amposta o Badalona. También fundó su propia academia en Caspe, enseñando a generaciones de jóvenes a amar el pulso y púa. Desde 1971 conserva con orgullo una bandurria fabricada a mano, compañera inseparable de mil recuerdos. Hoy, a sus 95 años, sigue emocionando cada lunes a los residentes de la Residencia de las Hermanitas, junto a su guitarra amiga. Su vida ha sido, y sigue siendo, un homenaje sincero a la música popular, siempre “por amor al arte”.
MANUEL BUENACASA GIMÉNEZ.- (Caspe, 10 de noviembre de 1952) Manuel creció entre joteros: hijo de jotero de campo y padre de jotera de escuela. En 1987, animado por su hija, comenzó clases de canto en la recién creada Escuela Municipal de Jota de Caspe, con el maestro Pablo Castillón, y más tarde también compartió aula con su padre y su nieta. En 1992 fue uno de los fundadores de la Asociación Cultural Rondalla Compromiso de Caspe, donde sigue como vicepresidente y miembro activo de canto y rondalla. Ya jubilado, se sumó además a la Rondalla San Antonio y a la Rondalla del Jubilado. Buenacasa es un prolífico compositor de letras para jota, creando textos para todo tipo de celebraciones y versionando valses, rumbas o romanzas tradicionales. Es también autor de una nueva letra para el Bolero de Caspe, adaptada a la coreografía zaragozana. Con pasión y constancia, sigue cantando, tocando la guitarra y componiendo, transmitiendo su amor por la jota a su familia y a todo el que se cruza en su camino.