Descubramos qué tradiciones celebramos en el mes de enero.
Como el 20 de enero es San Sebastián, copatrono de Caspe, desde hace unos años Interpeñas organiza junto con el ayuntamiento de Caspe un gran tedero en la plaza de España, en el que además de ser un evento social, se degustan productos locales: longaniza, panceta, aceitunas, pan, tomate, aceite y quemadillo. Se preparan mesas comunes en torno a las que se cena al aire libre cerca de la hoguera. Este año el tedero popular de San Sebastián tendrá lugar el sábado 25 de enero.
Y, por otro lado, los tederos de San Antón en Caspe son una tradición arraigada que se remonta a tiempos inmemoriales. San Antón, patrón protector de los animales, es festejado el día 17 de enero. El fin de semana más próximo a esa fecha, este año es el sábado 18 de enero, los vecinos de Caspe encenderán más de 30 “tederos” en las calles y parajes de nuestra localidad, donde como es tradicional, las peñas, familias y amigos se reunirán para degustar diversas viandas alrededor del fuego.
Esta costumbre, compartida con otras localidades aragonesas, simboliza la purificación y renovación, además de rendir homenaje a los animales que, antiguamente, eran fundamentales en las labores de la vida diaria. En la actualidad, los animales también conviven con nosotros, pero su función es esencialmente de compañía, ya que uno de cada dos hogares tiene una mascota. Por eso, en muchas localidades, sus dueños las llevan por San Antón a las iglesias para su tradicional bendición.
Aunque no se dispone de una fecha exacta de inicio de esta tradición en Caspe, su persistencia a lo largo de los años refleja la importancia de los tederos de San Antón en la cultura y las festividades locales.
Pero no todo es de hace tiempo, sino que se suelen actualizar las festividades o se han recuperado encuentros de otra forma, pero con el mismo objetivo, compartir una celebración en comunidad. A continuación, os compartimos algunos textos de nuestra historia que hacen referencia a ambos santos:
SOBRE SAN SEBASTIÁN
Información extraída de: “Tradiciones festivas de la Ciudad de Caspe” de Alberto Serrano Dolader en Cuaderno de Estudios Caspolinos X, Caspe 1984. Grupo cultural caspolino
SAN SEBASTIÁN
“Es el primer patrón de Caspe (20 de enero) pero periódicos locales como “El Compromiso” hicieron fuerza para que se pasara a unas mejores fechas (San Roque).
Según Mosén Antonio del Cacho y Tiestos la fecha de nombramiento del santo podría ser 1169, año en el que se conquista Caspe para los cristianos puesto que se hizo entre el rey Alfonso II y la orden de los Sanjuanistas. Al permanecer posteriormente la orden decidieron dotarla de un nuevo patrono y eligen a San Sebastián por ser militar y religioso como ellos.
Según Cacho y Tiestos, San Sebastián nunca había tenido cofradía, no obstante, sí que había en época medieval una ermita que los sanjuanistas le dedicaron entre la Iglesia y el convento (actual colegio de primaria compromiso), pero con los cambios arquitectónicos y urbanísticos que ha sufrido la zona pronto quedó difuminada.
Celebración
Hasta el inicio del siglo XX se mantendrá la tradición de celebrar las fiestas mayores para San Sebastián. Procesión incluida. Entre las penurias económicas y el frío de enero no debieron ser muy lúcidas.
Se daban bonos a los pobres de beneficencia y se hacía una lavada de las calles.
Se dejaba correr el 19 de enero una cantidad abundante de agua como por ejemplo en el Boterón de la calle nueva, frente a Fernando el Católico. Algunos dichos eran “San sebastian, el agua por las calles y los perros descalzos”
También se hacían tederos todos estos fines de semana, aunque el tedero más importante era el de San Antón.”
SOBRE SAN ANTÓN
SAN ANTÓN
Fuente: Antonio Barceló y Alberto Serrano en la Web “Cuatro Esquinas”
-En Caspe, la tradición viene de lejos. La Cofradía de San Antón se instituyó en 1392, o sea, a finales del XIV.
– En el XIX se mantenía la costumbre de que en el día de la fiesta recorrieran las calles del pueblo docenas y docenas de jinetes en caballerías vistosamente enjaezadas, pero esta ceremonia popular ya estaba totalmente olvidada al iniciarse el XX.
– Las hogueras son práctica habitual en las fiestas de invierno desde los siglos más remotos. En el Caspe de la primera mitad del XX era famosa la gran hoguera de los vecinos de la parte baja del Coso, pero se encendían muchísimas más. En los finales de los 60 e inicios de los 70 solo en la calle baja se encendían media docena de hogueras.
¿Qué se hacía en los cuarenta y cincuenta del siglo XX? Esto es lo que recuerda Rafael Barceló Caballud, quien ya ha pasado a la historia local como uno de nuestros mejores costumbristas:
“El día 16 de enero por la tarde se reunían los vecinos de una calle y en mitad de la calzada encendían una gran hoguera. Había comenzado la fiesta.
Sentábamos alrededor de la lumbre charrando y festejando mil cosas. Se hacía un buen caldero de chocolate y se asaban patatas y chorizos envueltos en papel mojado y convenientemente liado con cuerdas, como si fuesen petardos. Solía prolongarse la reunión durante gran parte y hasta toda la noche, a pesar de que el tederé calentaba solamente la parte delantera del cuerpo mientras la trasera se quedaba helada, acorde con los fríos de mediados de mes.
El día 17, festividad del santo, ningún labrador trabajaba, y sobre todo los animales, que permanecían en las cuadras reposando y disfrutando de una ración extra de grano, porque era la fiesta de su patrón.
Todo el día duraba. A la tardada se interrumpía el jolgorio y todos se retiraban a sus casas, porque a la mañana siguiente temprano había que madrugar para recuperar el tiempo perdido.
Las cenizas de los tederos, testigos mudos de la fiesta, duraban varios días protegidas por la escasa circulación rodada”.
Esperamos que esta información haya sido de su interés y contribuya a transmitirles un poquito de nuestra historia y de lo que sucede en nuestro pueblo. Les invitamos a seguir leyendo nuestras próximas publicaciones para estar siempre al día.
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